Taller de encuadernación

Taller encuadernación

Estoy entusiasmada, a partir de este mes retomo las clases de encuadernación de forma presencial desde mi hogar/taller, desde que empezó la pandemia. Han pasado dos años y ya era hora. El año pasado me atreví con lo virtual y fue muy grato realizar durante un semestre clases online de técnicas de encuadernación inicial en el Centro Cultural La Barraca, y parece que ese formato llegó para complementar el aprendizaje de este oficio, porque funciona. También me atreví a ir a domicilio, me sentí muy bien.

El aprendizaje de este oficio, para quienes no tienen experiencias previas, consiste en ir desde lo más básico, como aprender a coser y plegar, hasta procesos más avanzados, considerando las aptitudes, necesidades y motivaciones de quien quiera aprender. Para aquellos que ya tienen conocimientos y dominan ciertas técnicas, la enseñanza consiste en aprender desde ahí procesos más lentos y de estructuras complejas y que no son tan difundidas abiertamente.

Hoy me preguntaron qué es lo que me ocupa, entretiene e interesa y respondí el mundo de los libros, y es muy agradable para mí poder ofrecer este aprendizaje, que quiero mucho y que vengo enseñando desde el 2014. Algunas de las técnicas simples que enseño con y sin adhesivo: tapa dura, rústica, ojal, puntada larga, copta, belga, kettle, tipo japonesa, tapas cosidas, etc. Otras que demoran un poco más y son más meticulosas como la encuadernación Bradel, encartonado simple, springback, triple tapa de Sobota, piel flexible, entre otras.

Hay tantos procesos como redondear el lomo, hacer cajos, bordar capiteles, realizar collages o hacer ventanas en las portadas, que permiten crear un portafolio, catálogo, poemario, libro de artista o un álbum de fotos con un sello propio. Este bello oficio reúne y es capaz de manifestar las inquietudes artísticas.

Clases presenciales

Horarios disponibles:

martes de 15:00 a 17:30 h.

miércoles de 10:00 a 12:30 h.

Valor: $25.000 cada sesión de 2,5 horas.

Clases online

Lunes de 15:00 a 17:30 h.

Valor: $25.000 sesión de 2,5 horas.

Clases a domicilio

A coordinar.

Para consultas y mayor información, envíame un correo a hechoencala@gmail.con o escríbeme por whatsapp al +56 9 82086404

Desbastar

Desconfinar me recuerda, por el sonido, a la palabra escofina, herramienta que muchas veces le vi a mis padres usar. La escofina va quitando capas y emparejando el material, según el gusto o la utilidad. Por el contrario, volver al estado anterior significa desconfinamiento, y es en parte cierto, pero en otra gran parte no lo es, porque todo esto que ha pasado en estos meses de encierro, transforma (al menos a mí, en lo mínimo y de ahí en más).

Quizás una de las razones del por qué me dedico a la encuadernación, sea el uso de tantas herramientas y materiales comunes a los de una carpintera, además de costurera y zapatera. He hecho algunas cosas en el hogar en estos meses del confín, y he transformado algo que antes no hacía, que es sentirme mejor al crear con las cosas que tenía a mano, donde no estaban todos los recursos disponibles, materiales y herramientas soñados que me facilitarían las cosas. Sin tantos ruidos mentales, darle las vueltas justas y aterrizar las ideas, sacar provecho, hacerlos rendir, poner en valor más al proceso que al resultado. No inquietarse por la producción, dejar de preocuparse, disculparse o quejarse por la falta, por el pasar del tiempo, abstraerse de él y crear con paciencia. Nadie me apuró.

De las cosas bonitas que hice y que me dejaron contenta están unas hormas pintadas, un par de estuches cosidos a máquina, un par de cuadros, los libritos para las estampillas de mi abuelo, un libro que reencuaderné, otros dos pequeños con restos de papel japonés, un estuche de varios trozos de tela para pinceles que le hice a mi hija, unos monos tejidos. Hay 3 libros propios que estoy diagramando y que llevaron años en mi cabeza y la sensación del por fin no tiene mayor palabra que Alivio.

Buscando las fotos para acompañar este texto, reviso y caigo en la cuenta de tantas que he sacado en este tiempo desde mi ventana hacia el afuera: la ciudad, los gatos, los hijos, los procesos de mis trabajos. Hay algunas fotos donde aparezco y eso se ha mantenido, ni más ni menos.

Desconfinar: El verbo desconfinar está bien creado a partir de confinar. Igualmente válido es el sustantivo derivado desconfinamiento. Según indica la Nueva gramática de la lengua española, el prefijo des- se emplea, entre otras cosas, para expresar acción contraria y vuelta al estado anterior. En este caso, se pretende regresar a la situación previa al confinamiento (fundeu.es).

Escofina: Herramienta para desbastar que consiste en una hoja metálica, plana o curva, recubierta de dientes triangulares, sujeta a un mango (primera definición que aparece en google).

Desbastar: 1. Quitar las asperezas o partes más bastas de un material destinado a ser labrado. 2. Educar a una persona para que pierda su rudeza o tosquedad (ídem).