Llegaron las chiquillas

Saca cajo, cuna de perforación, telar.

Desde el 2011 cuando empecé a aprender encuadernación que encuentro tan lindo el telar y las prensas de madera. Acá en Chile cuesta encontrar (o a mí me ha costado), más bien son los colegas que pueden haberlas adquirido o heredado de encuadernadores viejitos, o que también las han mandado a hacer y a veces sin tanta fortuna, o las han conseguido desde fuera. Son más escasas que las prensas de metal. Si bien se pueden hacer encuadernaciones perfectamente sin telar o con telares de hilo de metal, el cajo siempre necesita de una maquinita que tiene placas de metal biseladas o en ángulo. Para las escartivanas y me imagino también cuando se hacen tantos volúmenes de hojas, la cunita aligera el proceso de perforado.

Hace años sigo a Alan @tarsiaalan, maestro ebanista mexicano, añorando algún día conseguir estas tres piezas de muchas otras, que fabrica en madera de haya.
Mi hija fue por trabajo el mes pasado a Salamanca, cerca de Guanajuato, y en marzo ya andaba ideando la forma de conseguirlas y coordinar la compra desde Ciudad de México (gracias por el favor).
Agradecida, le haré honor a tan nobles chiquillas (ya les puse nombre: las chiquillas, las nenas). Espero hacer mejores encuadernaciones. Tengo la sensación que se ha puesto una pieza difícil de conseguir en mi puzzle. Esa sensación de sentirse de verdad, cuando ya es así, pero bueno, lo sentí como tomar un café café, el de grano y no el café instantáneo.

Las chicas de las cajas

A veces nos decimos así!

A fines de julio o por agosto del año pasado, se contactó conmigo Daniel, recomendado por Carola Osorio, colega diseñadora y restauradora, para realizar cajas de conservación. Me comuniqué de inmediato con mi amiga Soledad Díaz de los Reyes (quien me ha enseñado sobre restauración de libros, cajas de conservación, y más! nos juntábamos siempre a seguir ñoñeando con este oficio los sábados prepandémicos) para trabajar juntas y Daniel también se había comunicado con ella antes. Así que estaba todo el camino esperándonos. De esas conversaciones iniciales ha nacido un trabajo que no vi venir, un agrado poder conocer y trabajar para Daniel y Claudia, del cual he aprendido mucho. Hemos realizado distintos tipos de estructuras de cajas: clamshell, bisagra y tapas separadas. He descubierto algo bonito, es un trabajo meticuloso y que es valorado.

Es el último día de febrero y en dos semanas más entregamos la última tanda de 15 cajas a Daniel, para un cliente que solicitó 80 en total, con tres formatos distintos, para guardar archivos, documentos, libros, dibujos, acuarelas.

Caja de conservación con sistema de bisagra.

Brevísimo registro del proceso de estos meses.

Las cajas están realizadas a mano, con materiales libres de ácido que permiten la conservación de diferentes tipos de archivos y documentos.

pd: llegamos a soñar con las cajas!